El Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, fundado en 1975, se encuentra en nuestros días en plena madurez siendo punto de referencia fundamental en la actualidad científica Internacional. En las entrañas de este buque insignia de la Ciencia española han desarrollado su actividad algunos de los más destacados miembros de la comunidad científica de nuestro país; haciéndose eco de los importantes y numerosos logros científicos que en él se han gestado las más destacadas publicaciones especializadas. El CBM, que constituyó en su día el germen de la investigación moderna española, alberga actualmente a más de 500 personas que trabajan día a día para que siga In crescendo el nivel y repercusión del centro. Su actual Director D. Cecilio Giménez, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, ha tenido la amabilidad de responder a nuestras preguntas para ayudarnos a acercarles a nuestros lectores una de las catedrales de la Ciencia de nuestro país que, con un encomiable espíritu dinámico, se codea sin reparos con centros de excelencia de todo el mundo.
Es un 50% de las dos cosas.
No es nada fácil. Solo se puede abordar la dirección del centro si se tiene un grupo de investigación consolidado y con personas de responsabilidad.
El CBM es un centro mixto del consejo superior de Investigaciones científicas y de la UAM, esta dirigido por una junta de dirección, asesorada por comisiones especificas.
Desde el punto de vista científico, en el CBM hay seis áreas de investigación que se dedican al estudio de la: Biología del Desarrollo, Biología Celular, Inmunología y Virología, Regulación de la Expresión Génica y Bioinformática. En estas áreas trabajan 65 líneas de investigación que estudian mecanismos básicos del funcionamiento de los seres vivos y su alteración patológica. Las patologías cuyos mecanismos son objeto de estudio en nuestro centro incluyen el cáncer, la inflamación, las enfermedades metabólicas, infecciones virales, alteraciones del sistema cardiovascular e inmune, y enfermedades neurodegenerativas.
Aprovechamiento de recursos, mayor flexibilidad, disponibilidad de personal especializado, de personal de apoyo a la investigación y una mayor competitividad.
Después de casi 30 años, la experiencia es muy positiva y ha dado buen resultado, si bien requiere un alto grado de autoexigencia por parte de los componentes del centro.
La investigación básica de hoy es la ciencia que hay que hacer para que mañana haya ciencia básica, orientada o aplicada.
Dando facilidades que se reflejan en que en al actualidad el centro desarrolla casi 50 contratos con la industria privada.
El centro tiene servicios centrales como proteómica, genómica, microscopia óptica o confocal, por citar solo algunos que están a la disposición de la comunidad científica general.
Por su carácter de centro mixto, la formación es un área especialmente activa por parte del centro. En colaboración con el departamento de biología molecular de UAM, desarrolla un tercer ciclo de doctorado considerado como “Programa de Calidad” por parte del Ministerio de Educación y de la Comunidad Autónoma de Madrid, y en la actualidad, solo para q se haga una idea de la magnitud de este área, actualmente se están realizando casi 250 tesis doctorales.
Según todos los indicadores indudablemente es una de las áreas de investigación más saneadas y más competitivas a nivel internacional que existen en nuestro país.